de un gran bosque,
dicen algunos que después de eso
quedo pérdida entre la fronda y el pastizal.
Ya había caído hace unos días,
pero ahora
al ver la escisión de su cuerpo
repartida en el espacio,
se encontraba realmente triste .
- ¡Por qué tu suela no vio al paso,
que pisaba mi débil sustancia! - decía el vástago.
Entonces comprendió que era una leve
sustancia en el camino,
sin trascendente más que otra
parte que conforma el suelo.
Pero no lo era,
ahora era agresiva,
levantándose gloriosa
como un asta maldice:
-Quizá los pasos sientan el lamentar de mí crujir
y que el lamento sea tan grande
que una astilla llegue hasta tu planta
y en un chillido me enajenes
toda mi destruida inmanencia –entonces
en un toque casi celestial
le arranca el polietileno,
traspasa el algodón
y finalmente
la carne.
0 comentarios:
Publicar un comentario