Un motivo para continuar, más palabras, menos gente, más
cultura, simplicidad en el silencio mientras saboreo la melodiosa Naima y pensar que la noche permanecía
en el día siendo mañana, pero los pájaros anuncian que falta poco tiempo y sólo
debo dedicarme a una sola cosa, pensar; que quizá sea algo errado pero pensar
bien o mal, para terminar con todo esto. Y no puedo, aunque lo desee; es la
angustia del saxo, mirar a una profundidad inexacta, líneas que se mezclan y
hasta ser nada, sólo letras confundidas desde mis ojos caen a una perdición
mental
-
¿Puedo pedirte que me expliques bien?
-
¿Qué cosa?
-
Nada…
Y se cae en la resolución misteriosa: “ángeles”, dirían algunos, más a cuanto el tiempo lo
determine majestuosamente inquebrantable me mata el saberlo, pero continuemos
en estas dedicadas estrofas: “Esta narración -dijo Pantagruel- parecía
regocijante si no es preciso tener continuamente ante nuestros ojos el temor de
Dios.” Entonces Dios se vuelve en silencio o el pecado sería estar mudos,
llegan a mis entrañas cada palabra, por fin, pero no de aquella forma exacta.
De la necesaria; necesitaría algo más que esto, debería dedicarme más a todo,
desde el hecho que me despierto hasta el término de mis días, no sé si es
conciente este momento, lo más seguro que no, que delirio, como muchas veces en
un existencialismo vano.
Una vos, ya venía a salvarme quizá, era la susurrante Montaigniana
que aclamaba sobre el entendimiento de mi perdición; la mayoría de los placeres
–dicen- nos estimulan y besan para mejor estrangularnos… Si la jaqueca no
viniera antes de la ebriedad, no
beberíamos. Al punto que me venia a dar vueltas mientras mi “Rock`n`Roll
Study” sería el cover perfecto a la situación, pero no era estudio, era el
sueño, quizá de abandonar todo como Montaigne. Cómo quisiera esa utópica y
ebria soledad, que ganas de reventar mis preocupaciones, que más da: que es
casi una fantasiosa obra literaria, disfrazada de ensayo. Si de niños se leían
historias jocosas de sueños absurdos ¡qué hay
ya en el transcurso del tiempo! Un montón de ilusión e imaginería de
escritores ¿felices? Quien diría que nada de eso me parece, más siempre ocultan
algo de desconforme y su felicidad tal vez se vea traducida al logro de
supremacía gramatical o lo que prefieran, como un solo de guitarra o quizá la
mejor letra del año. Y mi próximo Hit ya sabrán que será Rock`n`Roll Study.
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