El éxito de Robert Johnson “La primera vez que lo escuché, oía dos guitarras, y me llevó un tiempo darme cuenta de que en realidad el único que tocaba era él”. Keith Richards “Robert Johnson es el músico de blues más importante que existió…. Nunca encontré algo mas profundamente lleno de soul (soulful) que Robert Johnson” Eric Clapton Entre los varios honores que su música y persona recibieron casi cincuenta años después de su muerte: * Quinto lugar en la lista de la revista Rolling Stone de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos * Su inclusión en el Rock and Roll Hall of Fame (dentro del rubro “influencias tempranas”) * El otorgamiento de un premio Grammy en reconocimiento a sus logros (recibido por su hijo en 2006). * The complete recordings of Robert Johnson; disco editado en 1990, ganó un Grammy ese año como “mejor álbum histórico” y al año siguiente fue premiado en categorías similares por la revista Downbeat y en las Blues Foundation Awards. En toda su carrera Robert Johnson sólo grabó 29 canciones en 42 tomas. Lo hizo en dos veces, la primera en 1936 en un hotel de San Antonio y la segunda en 1937 en Dallas. Y editadas en discos de pasta que alcanzaron tan sólo un módico éxito en el sur y sudeste de los EEUU. El sistema de grabación era más que rudimentario: Johnson entraba en la habitación del hotel, se sentaba y se ponía a tocar con su guitarra delante de una grabadora. Así se grabaron clásicos como el propio 'Crossroads', 'Love in vain', 'Sweet home Chicago', 'Rambling on my mand', etc.Su reconocimiento post mortem, debido mayormente a la admiración de su obra por músicos contemporáneos (mayormente blancos) excede en mucho al que alcanzó durante su (corta) vida (1911-1938) durante la cual se desempeñó como músico itinerante y callejero por distintos pueblos y ciudades a lo largo del delta del Mississipi, en el sur de los EEUU. Su trayectoria fue reconstruída tan sólo recientemente, por medio de investigaciones que se basaron en testimonios de los músicos de blues que lo conocieron y que dieron origen a varios libros y documentales.
La leyenda de Johnson
La leyenda de Robert Johnson resalta siempre su destreza con la guitarra y lo apropiado del adjetivo “endemoniada” para calificarla. La cualidad que el adjetivo denota debe tomarse en un sentido más bien literal, ya que ésta provenía, según el propio relato del músico, de su encuentro con el diablo en un cruce de caminos. Ya fuera en broma (para algunos) o en serio (según otros) el relato -que ha sido recreado literariamente varias veces e inspirando leyendas urbanas y creencias populares en EEUU- narra el encuentro con un hombre negro de gran tamaño en un cruce de caminos. Luego de que éste le afinara la guitarra, tocara unos temas, y se la devolviera, el músico habría adquirido una destreza formidable para el instrumento. Algunos testimonios reales dan cuenta del progreso asombroso que logró como ejecutante en un corto período de tiempo, abonando la leyenda diabólica. La letra de la canción suena algo más amenazante y premonitoria si se sabe que el músico murió a los 27 años envenenado, probablemente por el marido de una de sus numerosas novias/amantes. Algunos dicen que fue estricnina en el whisky, otros señalan que, por los tres días que pasó en agonía, debe haber sido utilizado otro ingrediente. Aunque nunca se sepa qué quería contar exactamente Robert Johnson, 'Crossroads' se considera un relato de su leyenda, la de un hombre corriente que se convierte en una estrella tras vender su alma al diablo.La historia de 'Crossroads' se convirtió rápidamente en un clásico, especialmente después de que Cream, con Eric Clapton en un momento dulce, la popularizara a finales de los años 60. En 1986 la historia se adaptó de un modo delirante para llegar a la gran pantalla. Ralph Machio ('Kárate Kid') fue el protagonista de una historia en la que el diablo era ni nada más ni nada menos que el guitarrista Steve Vai.
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