


Foto: Tratado Scrutinium Physico-Medicum sobre la Peste
Fue considerado como precursor de la terapia musical. Así, en su tratado “Magnes sive de arte magnetica”(1641) analiza y propone ejemplos de aires y compases musicales como remedio contra el tarantulismo (o picadura de la tarántula, cuyas víctimas se entregaban en cuerpo y alma a un baile desenfrenado para curarse). Era la “Tarantella terapéutica”.Otro de sus inventos musicales fue el “piano de gatos”, dicen que creado para levantar el ánimo de un gobernante italiano, muy deprimido con sus soberanas preocupaciones.
Foto: Piano de gatos: Se seleccionaban gatos cuyos maullidos y aullidos poseyeran diferentes tonos y grados de agudeza. Ordenándolos según esta característica se disponen en la estructura con forma de piano. Una aguja pinchaba la cola del gato al presionar una tecla, el resultado era un concierto de “miaus”.
Concibió la “linterna mágica”, mejorando la cámara obscura desarrollada anteriormente, entre otros, por Descartes. Era una caja metálica que hacía, más o menos, las veces de proyector de diapositivas. Se la considera como la antecesora de los proyectores de cine.
Foto: Linterna mágica de Kircher: sobre la luz se desplazaban dibujos hechos sobre vidrio
Sus teorías cosmológicas fueron muy compatibles con las ideas de Copérnico y Galileo (dicen que la Inquisición tenía preparado un documento interno por si acaso tenía que tomar cartas en el asunto...)
Inventó un aparato que, decía, daba respuesta a casi cualquier problema matemático; estaba dotado de un complejo sistema de engranajes y poleas. Pero su complejidad era tal que Kircher escribió un “pequeño manual de uso” de unas 850 páginas… que dicho sea de paso hoy se considera uno de los primeros “manuales de usuario” de la historia.
También estudió en su obra “Ars Magna Lucis et Umbrae in Mundo” (1645) los efectos de la luz y de la sombra, como los espejos de fuego, armas temibles capaces de quemar el velamen de los barcos enemigos. En esta obra aparece, por primera vez en un libro, un grabado con los anillos del Planeta Saturno.
Se atrevió a situar en un mapa la supuesta ubicación de la Atlántida.
Estudió los espejos de fuego, como en esta ilustración, supuestamente utilizados contra los barcos romanos en Siracusa en 214 a.d.C.
Genial Kircher, todo un “multiespecialista”. Pero aún hay más, mucho más:
- Estudioso de las lenguas, creó un idioma universal de 27 caracteres.
- Creó una especie de máquina de escribir.
- Inventó órganos musicales con autómatas, alimentados por agua.
- Inventó megáfonos y altavoces,- Construyó el primer termómetro de mercurio.
- Diseñó un reloj botánico con un girasol e imanes para ilustrar su creencia en la magnética relación entre el sol y el reino vegetal.
- Descubrió que la fosforescencia del mar es debida a organismos microscópicos.
- Se asegura que estuvo afiliado a círculos gnósticos Rosacruces (como Julio Verne y, dicen que también, Gaudí, otros dos grandes genios)
- También se dice que trató de descifrar el famoso “Manuscrito Voynich” (un libro anónimo escrito hace más de 500 años en un alfabeto no identificado e idioma incomprensible) y fue el primero en traducir el texto alquímico "La Tabla Esmeralda" del árabe al latín.
Publicó detallados y sorprendentes tratados sobre el Arca de Noé, sobre lógica combinatoria y Matemáticas, sobre Historia, sobre fósiles, sobre el habla y el oído humanos, sobre la gravedad, sobre geometría..... Fue el primer científico que pudo sobrevivir con la venta de sus libros.
Foto: Megáfono

Foto: Organo musical movido por agua
Este fabuloso erudito es otro “Hombre Universal”, falleció a los 78 años, tiempo muy escaso para Kircher y sus enormes ansias de conocimiento.
Pero no quiero acabar sin mostrar otra curiosa perla de este excelso didacta: En su libro “Turris Babel sive Archontologia” (1679) llevó a cabo una investigación científica para ver si era posible construir una torre (de Babel) que llegara a la Luna, como, según el Génesis 10-11, era la intención de un mandatario (Nimrod), y magistralmente lo descartó deduciendo:“En orden de alcanzar el cuerpo celestial más próximo; la Luna, la torre debería haber contado con 178,672 millas de altura, y compuesta de tres millones de toneladas de materia. Esta desproporcionada distribución en la masa de la Tierra hubiera alterado el balance del planeta y lo hubiera movido de su posición en el centro del universo, resultando en una distorsión cataclísmica en el orden natural”. Genial, simplemente genial.
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